sábado, 9 de noviembre de 2019

"Doctor Sueño: Una de superhéroes", por Gustavo Schimpp


Para empezar, voy a hacer dos declaraciones que a muchos les sonará cercana a una herejía: no soy un fan de Stephen King y no he sucumbido a la supuesta magia de Kubrick en la película “El Resplandor”, de la cual “Doctor Sueño” es una continuación directa.



La historia desarrollada en “El Resplandor” nunca me pareció que mereciera las casi dos horas y media que dura el film. Es más, y esto también es un problema con el libro de Stephen King, siempre me pregunté por qué una historia cuyo título hace alusión a una habilidad especial que tiene el pequeño Danny Torrance junto a otros seres humanos lo que menos hace es explorar el origen y/o consecuencias de esa dichosa habilidad. Desde mi punto de vista, podría tratarse de una familia en una casa (hotel) embrujada y perseguidos por los fantasmas malignos que allí habitan y listo. La habilidad de Danny no es relevante en ningún momento, no mueve la aguja de la balanza en la historia. Sí hay algo que destaco del trabajo del querido Stanley es la fotografía final que nos muestra a Jack Torrance en el hotel en julio de 1921, transformando (a mí criterio) la película en un muy largo episodio de “The Twilight Zone”.


Treinta y nueve años después, de la mano del director Mike Flannagan llega “Doctor Sueño” y, ojo, acá las cosas se ponen bastante más interesantes. Un colega decía que Flannagan intenta emparchar las discrepancias entre la versión de “El Resplandor” de Kubrick y el libro original. Desde la toma aérea inicial, me siento transportado a aquella otra toma del laberinto siendo observado por el maniático Jack (actor o personaje, da igual). Y desde el vamos, la historia que comienza a desarrollarse tiene su foco en el dichoso “resplandor”, esa habilidad que algunos humanos poseen y despierta durante la infancia. Ya no se trata solamente de ver cosas que no están en el mismo plano de la realidad, o de comunicarse mentalmente con otras personas. No, acá el resplandor es una habilidad muy poderosa y al dominarla, permite a su poseedor realizar verdaderas proezas sobrenaturales que lo aproximan a confundirlo con un habitante de algún universo superheróico conocido mediante los comics. Claro que, si los humanos que poseen el don del resplandor son los héroes, para destacar su rol es necesario que existan los villanos. Y ahí están los miembros del Nudo Verdadero, unos seres casi inmortales que vagan por el país como gitanos modernos, buscando y alimentándose del resplandor de los niños (al que llaman simplemente “vapor”). En fin, en una de esas cacerías, se cruzan con la joven Abra que posee un resplandor poderosísimo pero que no domina totalmente. Ella encontrará al ya cuarentón Danny Torrance (Ewan McGregor), que ha desarrollado algunos trucos para dominar su propio resplandor y lo convierten en el maestro ideal para Abra. Juntos enfrentarán a estos seres malvados, cosa más fácil de decir que de hacer. Así que Danny tiene la loca idea de regresar al sitio de sus traumas infantiles para despertar a un monstruo aun peor para acabar son estos seres malignos.

La película es muy entretenida, pero debo decir que tiene muy poco (y hasta nada) de terror. Lo que asusta es la idea de unos seres asesinando salvajemente a niños para quitarles el don que los hace especiales y nada más. El resto es la historia típica del héroe que se descubre poseedor de un gran poder y encuentra un mentor que lo prepara para usarlo con destreza y derrotar a los villanos de turno. También es, una película para fans. Flannagan nos muestra escenas de “El Resplandor” para recordarnos cosas o ponernos en situación. Pero lo hace volviendo a filmar esas escenas, logrando una excelente imitación de lo hecho por Kubrick y consolidando una unidad entre ambas películas. Es más, el niño que encarna al joven Danny hasta sobreactúa su miedo tal como lo hiciera Danny Lloyd en 1980. Lo mismo con Alex Essoe, que imita a la perfección la particular manera de correr de aquella otra Wendy Torrance.

Por momentos, es inevitable encontrar puntos en común con otras historias de King: la niña con poderes que podía iniciar incendios con solo pensarlo, la amenaza de Pennywise sobre los niños de la localidad de Derry, incluso eventos y sensaciones de “Salem’s Lot”. Pero sería interesante, después de todo, que todas las historias del tío Esteban conformaran un universo único (algo que ya están intentando los creadores de la serie “Castle Rock”).




                                                                                                                Gustavo Schimpp


Si te quedaste con ganas de saber más,  podés ver el trailer subtitulado: acá















2 comentarios:

Mar Carper dijo...

Esta la voy a ver. Gracias por la reseña.

Betina Pascar dijo...

Marc, gracias a vos por comentar!!!
Beso!

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