jueves, 31 de enero de 2019

¡SI al Parque, NO a la calle Beauchef!

La intersección de las avenidas Acoyte y Rivadavia, en pleno corazón de Caballito,  se convirtió en los últimos meses (¿años?) en un punto álgido de la ciudad, un punto de reunión de vecinos que protestan. Y con razón: protestamos porque cierran escuelas, porque aumentan desproporcionalmente las tarifas y los impuestos, porque nos despiden, y porque  protestar es lo único que nos queda frente a este des-gobierno brutal que pretende arrasar con todo y con todos.

A pocos metros de esas avenidas, está el emblemático Parque Rivadavia, pegadito al Normal 4, que está al lado del Hospital Antártida, hospital que jamás se terminará de (re) construir a pesar de que ya fue inaugurado. Paradojas de la vida y la muerte, ¿no?

Y siguiendo con las paradojas, enfrente del Parque, en Rivadavia esquina Ambrosetti, mi viejo tuvo su primera farmacia, cuando yo tenía 4 o 5 años. Prácticamente  crecí junto a mis hermanas allí.

El Parque Rivadavia nos dio alegría y abrigo, como a tantas otras familias que se reunían  a la sombra de sus hermosos árboles, a cambiar figuritas, a comprar libros usados para el cole, a llevar a los chicxs a los juegos  o a la calesita. Más tarde también se construyeron mesitas para que los mayores jugaran al ajedrez entre los puestos de revistas, discos, y  las de los coleccionistas de monedas y estampillas.  

La vida bullía cada fin de semana en ese playón pegado a la Escuela. Playón que hoy se ve amenazado y lucha para no ser sepultado por el asfalto.

Bajo el lema  SI AL PARQUE, NO A LA CALLE BEAUCHEF,  puesteros, vecinos, y organizaciones defensoras del arbolado y de espacio público, así como la Escuela, estamos resistiendo para defender nuestro lugar y nuestra historia.

¿Vos sabías que por los ’80, hubo una gran movida comiquera en ese lugar? Sabías que muchos de esos personajes son hoy grandes y admirados autores y guionistas de historietas, o periodistas encumbrados, se reunían allí  para comprar y vender cómics?

¿Qué otra cosa queda si no resistir y dar a conocer este atropello para impedir que siga dándose curso legal a algo que es absolutamente ilegal e irracional?  Por eso hablamos con Pablo Torres, uno de los puesteros más antiguos para que nos cuente qué está pasando hoy; pero también nos interesaba tener la palabra de Fernando Festino, más conocido en el ambiente del cómic argento como el Dr. Sax, porque él junto con otros compañeros de aventuras comiqueriles fue parte de los mentados “Encuentros del Parque”.

Los puestos fueron desplazados de su lugar original 

Pero empecemos por el principio…

Más de 1.500 personas se reunieron este Enero en el Parque Rivadavia para darle un abrazo simbólico.  Antes de eso, se organizaron Asambleas, se juntaron firmas, y varias ONG’s barriales presentaron recursos de amparo para frenar las obras,  que ya corrieron a los puesteros, aniquilaron las mesitas de ajedrez, talaron y podaron árboles autóctonos y  hasta se cobraron la primera víctima de esta ferocidad, un puestero que  falleció ya que no resistió el stress y las intimidaciones que  vienen  soportando de parte  de las “fuerzas del orden” (léase policía de la ciudad e infantería).

BETINA PASCAR: ¿Cuándo empezó esta movida de parte del GCBA? cuando les avisaron a ustedes, los puesteros, que los iban a sacar del Playón para hacer una calle?

PABLO TORRES: En noviembre del año pasado nos avisaron de este “emprendimiento”, nos apuraron para que guardemos todo y nos mudáramos sobre Rivadavia, pero nos dieron poco margen de maniobra, nos acotaron los tiempos, nos cambiaban de día. Y sobre todo, lo peor: ni siquiera le avisaron a la Escuela que es una de las principales damnificadas.

La Constitución de la Ciudad dice claramente que cuando se hace un proyecto de esta envergadura, se debe dar aviso a todos los actores implicados en la construcción de la obra, con lo cual ahí, el GCBA ya violó la ley. Además, quieren sacar un árbol que es autóctono, el Tala, cosa que también está prohibido .Esto no se debe hacer ya que es un árbol  muy añoso, que demora mucho en volver a crecer.

El principio de una obra irracional e ilegal
BP: A partir de ese aviso, ¿qué hicieron?

PT: Enseguida hicimos una asamblea, elegimos delegados y nos reunimos con gente del GCBA y vecinos de la zona. El GCBA tiró dos proyectos paralelos: que iban a poner en valor la  feria, y la calle. Es decir, metían todo en un combo. 

Lo primero que hicieron fue corrernos a los feriantes dejándonos en cierta indefensión porque sobre Rivadavia, donde estamos ahora,  no nos permiten poner los toldos alegando que está prohibido por la Ley de las Marquesinas. En definitiva, se pasan la bola entre las diferentes reparticiones: Espacios Público, Espacios Verdes, Vía Pública…y nosotros estamos en el medio.
Por otro lado,  tanto los vecinos como la Escuela tuvieron una reacción un tanto tardía. Los primeros porque como ya en el 2003 habían querido hacer esa calle y no se pudo, no le habrán dado la debida importancia, y la Escuela, a fines del 2018, estaba lidiando con el cierre de las nocturnas.  Es como que perdimos tiempo. Ahora, con la obra empezada,  ya quedamos en presentar un amparo nuestro y otro por parte de las autoridades de la Escuela, que – como te dije -  no fueron consultadas oportunamente.

BP: ¿Y cómo se ve afectada la Escuela?

PT: La Escuela tienen en riesgo la entrada y salida de la primaria ya que da al playón, que hoy no se ve porque estamos de vacaciones, y también está seriamente afectada en relación  a la salida de evacuación  porque no tendrían el parque sino una manzana sitiada por la calle, en caso de urgencia.

BP: ¿La obra pone en riesgo también la continuidad laboral de los puesteros?

PT: Ellos quisieron volar de un plumazo 30 de los 100 puestos que hay, pero por suerte, nuestros delegados pudieron defender la totalidad de los puestos que, supuestamente (uno ya no les cree mucho a esta gente) volverían a su lugar original una vez terminada la obra.

BP: ¿Cuándo se supone que finalizaría esta obra? 

PT: Nos dijeron que la obra llevaría seis meses. Lo que dejaría de existir es el playón que es de una vía.  Nosotros tenemos nuestras dudas…

BP: ¿La obra avanzó?

PT: Lo que avanzó es la quita de árboles, la poda, la tala... Ya quitaron un gomero, un palto, podaron los lapachos… También ya tiraron abajo las mesitas de ajedrez y corrieron los puestos…

BP: ¿Dónde estaría ubicada  exactamente esa calle que pretenden hacer?

PT: En esa pasarela, en ese playón que conecta Rosario con Rivadavia, es donde quieren hacerla. Lo ridículo es que sería una calle de una sola vía, para un solo auto, como hay en el microcentro, “calle amigable”, les dicen, con esos nombres marketineros que ponen…
Con esa calle ahí, los autos no van a poder ir a más de 20km porque está la escuela al lado. Entonces ¿cómo sería esto que nos dicen que lo hacen para solucionar el caos de tránsito en el barrio? Si la calle es de una vía, le va a quitar una fila de estacionamiento Beauchef después de Rosario.  Esto muchos vecinos no lo sabían cuando se realizó la reunión, donde había muy buen catering, café, té y yo pensaba en los comedores infantiles. Me hacía acordar a los grandes bacanales, y ahí me dio más bronca, me pareció una contradicción tremenda.  También había a un señor que no participó, no tomó nunca la palabra, pero al final,  veo q tiene un pin de la inmobiliaria Remax y que se acerca a hablar con el representante del gobierno, Eduardo Macchiavelli…

Otros vecinos que se veían muy contentos eran propietarios de departamentos, quienes piensan que van a salir rápido para ir a su country. Y yo no lo veo mal, pero nosotros nos recreamos  acá, en lugares públicos. El vecino disfruta de este espacio y al mismo  tiempo fortalece los lazos sociales porque se reúnen acá con otros vecinos.

BP: ¿Hace mucho que tenés tu puesto en el parque?

PT: Hace 20 años que soy vecino y librero acá. Tengo cierta tradición familiar y gusto por los libros… 20 años es casi toda una vida.

BP: ¿En qué condiciones están trabajando ahora?

PT: Hoy nos vemos muy perjudicados.  El traslado de los puestos nos generó un gasto porque hubo que arreglar algunos (son de metal y chapa y muchos se rompieron con la mudanza). Además, antes  teníamos luz y teléfono y acá no nos dan. También  teníamos internet y posnet para vender con tarjeta, toldos para soportar las inclemencias del tiempo, no sólo para nosotros sino para los visitantes también.

Fueron desprolijos en cuanto al orden del traslado, nos dijeron que iba a ser un día y luego lo cambiaron,  no habíamos hecho ni un paquete, nos enloquecieron, nos complicaron, vimos compañeros muy angustiados/as, gente mayor que necesita una  mano.

No nos tuvieron en cuenta en muchos aspectos, mucho destrato, mucha desidia. Estos puestos son nuestros, cada uno lo hizo con herreros, de acuerdo a los planos que nos dio en su momento el gobierno de Ibarra, que fue lo mejor en Capital Federal respecto a la cultura. Nos dieron permisos, que no son transferible ni hereditarios.   

Antes y después. Tristeza infinita.
Este gobierno es muy leonino,  hasta llegaron a extorsionarnos diciéndonos que quien se opusiera a la obra podría perder su permiso…

Tampoco es verdad que por Rivadavia  pasa más gente y vendamos más.  Tengo hollín en los libros  y me duele la cabeza por el ruido constante de los autos y colectivos que pasan por la avenida. Acá tengo que gritar cada vez que viene un cliente para que me escuche.
Yo pondero la calidad sobre la cantidad,  prefiero vender menos y estar en el Paseo  tradicional, ese que tenía las mesas de ajedrez, donde de tanto en tanto había espectáculos, como  una pareja bailando tango o una cantante.

BP: ¿Qué creés que hay detrás de esta obra?

PT: Acá hay una rosca inmobiliaria, de la obra pública, de la construcción… Pensá que ya hace años que quieren hacer esta calle aunque nunca pudieron… Debe haber un número importante de millones ahí…

Porque, con respecto al tránsito, si van a tener que ir a 20km por esa vía, mucho no va a ayudar a acelerarlo. Además,  van a tener  que poner un semáforo  en la calle Ambrosetti  ya que  Rivadavia ahora tiene giro natural lo cual agiliza el tránsito pero si pone un semáforo va a ralentizar tanto Rivadavia como Beauchef.  Además, la calle en Ambrosetti es empedrada, tiene fresnos altísimos,  es una calle muy linda, muy pintoresca y si abren Beauchef  va a ser un lío, no la paz que tiene ahora.
Por otro lado,  a 500 m a la altura de la calle Marechal, cerca del Hospital Durand, la calle se hace contramano por la entrada de las ambulancias, con lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿Cinco  cuadras hace que el tránsito sea más fluido?? Como vemos sus argumentos son muy endebles y, evidentemente, hay algo que no está escrito.

En definitiva,   necesitamos una participación activa de todos, que por suerte se está dando, para que se frene esta obra.  Los recursos de amparo que presentamos pueden hacer que vuelva todo atrás.
Claro que lo que perdimos, la angustia que estamos pasando,  ver a un compañero  morirse por  todo esto,  nadie  lo va a poder reparar.


LA MOVIDA COMIQUERA EN PARQUE RIVADAVIA

Es difícil pensar en el Parque y no relacionarlo con la movida comiquera que supo haber allá.
Por eso,  quisimos revivirla junto a Fernando Festino, quien con su verborragia habitual y su aguda mirada de la realidad nos contó cómo eran esos encuentros en el Parque, pero también nos hizo un análisis sociológico de lo que significa la identidad barrial y la memoria colectiva para una comunidad.

                                                      Fernando o el Dr. Sax.  Casi sociólogo, siempre comiquero. 

BETINA PASCAR ¿Cómo llegas vos al Parque?

FERNANDO FESTINO: Yo de chico, a los 6 años más o menos,  coleccionaba las revistas de Editorial Novaro que era una especie de pulpo mexicano,  una delicia, encontrabas todo menos Marvel. Estaban los saldos que venían de México y que eran millones de revistas… ¡era una  bendición! Había cosas de Star Trek, El Avispón Verde, Drácula como superhéroe… Era inconcebible el espectro q cubría.   

La primera memoria que tengo en el Parque fue por un afano, que fue la primera y última vez que afané. No me mires así… Posta. Los puestos en esa época no tenían ley; había un puestero que tenía 15 m de puesto, y resulta que le dice al otro: “Me tengo  ir, ¿me cuidas el puesto?”. El puesto eran tablones de casi media cuadra.  Y cuando el que tenía que cuidar se dio vuelta, le digo a un i amigo que me acompañaba: “Abrí el bolso” y, bueno,  me llevé como 17 millones de novelas y  revistas, de esas  que juntaba yo!!  

Fernando haciendo unas compritas en Tampa 
BP: ¡Qué hijo de puta!

FF: Fue una gran lección de vida.  Después de este episodio, no aparecí por un tiempo por el Parque. Era la época que rozabas un culito y dejabas de leer historietas… Yo después  volví al Parque como un adicto que vuelve a la droga,  y encima me acuerdo que salían de a dos números  de “Los Nuevos Dioses”, de Jack Kirby!  Yo venía leyendo la Fierro y  estaba buscando otras cosas.

Años más tarde,  venía acá y conseguía joyitas como una que le presté un tiempo a Juan Sasturain,  que era la historieta de Los Beatles hecha por Oesterheld, y todavía la tengo, castigada pero entera.
En esa época empezamos  a venir al Parque  después de alguna joda y nos quedábamos como si fuera una jornada laboral. A veces ya a las 8 am  había muchas transas  porque llegaba algún pajarito que quería vender.

Los Beatles, by Héctor Germán Oesterheld y Ruben Sosa
BP: ¿El Parque era algo así como una especie de club social?

FF: Es una gran definición.  Nos juntábamos  todos los coleccionistas, y se fue armando  el grupo  “Charlas en el Parque”. Yo me hago amigo de Andrés Accorsi  en esa época, en 1987, donde se arma ese núcleo, que  era un templo. Después fuimos modificando horarios, veníamos a las 13hs,  ya cuando empiezan a surgir las comiquerías ese grupo se desactiva porque la gente empieza a ir a comprar ahí y yo también.

BP: Además, se hicieron  grandes los pibes…

FF: Pero no fue por  una cuestión de edad. Nosotros podríamos haber seguido como los jubilados acá. Veníamos a cancherear,  a ver quién había conseguido tal “papa”,  y  también a jugar al tute o a debatir sobre lo último que habíamos leído.
Después ya rara vez volví, generalmente para buscar alguna cosita, momentos  que todo coleccionista busca algo nuevo.

BP: ¿Cuántos años duró toda esa movida?

FF: Fueron muchos años, entre 1986 y 1998,  que fue cuando arrancan las comiquerías y el núcleo de  “Charlas en el Parque” se va. Ese grupo era algo religioso, repito.

BP: ¿Y dónde se reunían?

FF: En esa parte del medio del parque, donde está el árbol que quieren podar.

BP: ¿Te  da nostalgia recordar ese momento? ¿Qué te produce que quieran hacer una calle justo ahí?

FF: No sé si es nostalgia,  pero sí tengo un lindo recuerdo de esa época. Éramos muy mangueros, pero si otro nos quería cagar nos confabulábamos y nos uníamos.  Uno quería tener piezas de coleccionismo único y en algún momento ya les conocíamos las tripas a todos. Y  aprendimos a conocerles las tripas acá.
En verdad no es nostalgia,  es una cuestión de historia. Estos tipos que gobiernan tiene una concepción de los países  como mercados: nada tiene que tener historia ni un componente que te permita tener memoria de lo bueno y lo malo que hubo en este país.

Amigos comiqueros de la "hora cero" 
BP: Y tampoco noción de lo colectivo…

FF: No, eso está eviscerado directamente porque la historia es colectiva siempre. El ser humano no es parte de este gobierno, quiero decir “ser humano” como cruzado por un montón de relaciones sociales como concepto, se está destruyendo un montón de boliches históricos y así se pierde historia, se pierden pedazos nuestros.                

BP: Se pierde nuestra identidad.

FF: Si, pero yo lo veo más de la tripa. La Argentina no les interesa, tenemos un presidente que no juró por la Patria y ahí tenés claramente la orientación de él.  Para este gobierno  el país es una empresa y ellos son managers.  Igual lo único que hacen maravillosamente es destruir.

BP: Seguiste viendo a la gente que frecuentaba el parque una vez que surgieron las comiquerías?

FF: Sí, a varios. Por supuesto a Andrés Accorsi, a gente que fue del Club del Comic, otros de Fantabaires… Hay un montón de artistas y guionistas que han salido literalmente de acá: Quique Alcatena, Gustavo Schimpp, Roberto Barreiro (que hoy vive en Chile), gente que puso comiquerías importantes… e incluso un famoso que no voy a mencionar porque hoy tiene mucha chapa, que venía con nosotros y lo gastábamos porque no había debutado. ¡Éramos pibes!

BP: Hoy que volviste al Parque, ¿lo ves de diferente en relación a aquella "época dorada"?

FF: Hoy los puestos son más como kioscos, no como cuevas donde te podías meter a revolver.  De todas formas, lo acepto antes de que pierdan el laburo los pibes, pero francamente es algo sin alma, a mí no me pega.



Caballito, como todos los barrios, fue en estos meses (¿años?) cambiando su fisonomía. ¿Pero cuál es el límite?.  La vida y la muerte  no pueden dejar de tocarse porque los polos opuestos siempre se atraen.

De nosotros, de todos nosotros, depende conservar nuestra identidad y  nuestra memoria colectiva. Por eso seguiremos protestando y gritando tan alto como esas mega torres: ¡Sí, al Parque! ¡No, a la calle!

Y vos, ¿de qué lado vas a estar?

Betina Pascar










2 comentarios:

ELMO ROCKO dijo...

Excelente nota. Muy esclarecedora por si quedaba alguna duda sobre este tema.

Betina Pascar dijo...

Gracias, Elmo!! vengo un poco atrasada pa responder.
Perdón!!

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