lunes, 8 de noviembre de 2021

“Somnolencia”, un libro para quedarse bien despierto



No sería faltar a la verdad – bueno, a toda la verdad - si digo que para hacer esta nota nos reunimos los tres (Marcelo, ilustrador; Emiliano, guionista y la que suscribe la presente) en un café tradicional de la calle Corrientes, un sábado por la tardecita. Con Emiliano, en vivo y en directo, compartimos un café, un jugo de naranja, un tostado y cien mil anécdotas; y desde Chivilcoy, donde vive, tuvimos la voz de Marcelo, quien con una paciencia digna de un santo esperó que termináramos nuestra merienda para largar la entrevista. 

La idea era conocer a los autores de “Somnolencia”, un libro muy peculiar donde las ilustraciones de camas son las protagonistas absolutas. Pero ojo, no se hagan ilusiones: las camas están lejos de estar asociadas al placer. Dueños de un humor oscuro, Mosqueira y Raspante nos hacen ir literalmente de cama en cama, en situaciones muy diversas (bélicas, angustiantes, bizarras), donde el texto a veces sólo acompañará, otras serán parte de recursos estilísticos y gráficos para hacer menos monótona la lectura, y otras una mera excusa para que el joven guionista se luzca y pueda decirnos algo divertido o simplemente desafiante o provocador.

 Sucede que “Somnolencia” puede ser leído de dos formas: la simplona, la que salta a la vista o una más profunda, y retorcida, con esa mirada que te deja pensando “¿y acá, qué nos habrán querido decir”.  De usted dependerá, Sr. Lector.  No espere que los autores le dejen la cama hecha para que tenga un sueño reparador. Nada más lejos. 

“A Emi lo venía siguiendo por Facebook - cuenta Marcelo - sabía que era diseñador y que escribía cosas buenísimas. Después lo vi personalmente en un evento, estuvimos hablando un ratito y yo le empecé a mandar dibujos de camas. Llegué a hacer casi 200 dibujos y un día se me ocurrió que estaría bueno hacer un libro…Pero ¿cómo hacerlo? La realidad era que no teníamos un mango, entonces pensamos en el formato digital. Así, fuimos seleccionando algunas camas, pero había que darle forma. Yo tiré algunas ideas, pero quería que él se sintiera libre porque confiaba en su talento, no era un trabajo por encargo. De hecho, lo terminó y su laburo quedó bárbaro. Luego, apareció mi hermana y me ofreció dinero para hacer una tirada y así salió ‘Somnolencia’”.



 “Emi” es Emiliano Raspante, el guionista de “Somnolencia” y el que cuenta cómo nació el libro es su dibujante, Marcelo Mosqueira.

 Emiliano no tiene pudor en afirmar que no le gustan y no es consumidor de comics.  Y a partir del primer minuto todas sus respuestas serán impredecibles.  Dirá que su acercamiento al noveno arte se produjo azarosamente, por un amigo que lo llevó a “Animate”, un evento comiquero, donde conoció a Clemente Busu Montag, de quien primero se hizo amigo y luego realizaron trabajos en forma conjunta. Fue de esta manera que conoció a “estos Podetti, Parés, Mosqueira, Fayó y otros”,  concluye.  En realidad, lo que a él le gusta es la docencia (la ejerce en la Facultad de Arquitectura de la UBA),  y el cine, mucho más que la literatura y la música. 

 Volviendo a Mosqueira, relató que dibujar camas se había transformado casi en una obsesión que coincidió con el momento del fallecimiento de su mamá.  “El personaje me estaba devorando –aseguró -  me acompañaba todo el tiempo, era como una obligación sacarlo.  El objetivo de publicar un libro se convirtió en algo personal; que no quede en las ganas de lo que hubiera sido, o en un sueño de lo que se  podría haber hecho. Sentí la necesidad de concretarlo” 


Emiliano, a su vez, derriba un mito al explicar que la gente suele idealizar el proceso que lleva el libro hasta la imprenta: “En el caso de  ‘Somnolencia’  había que adaptarse a los costos, no hay casi nada de pleno negro,  no es un libro pretencioso. Es más como un fanzine. Yo retoqué las camas dibujadas por Marcelo con Photoshop, las maqueteé, hice el diseño del libro y le puse un texto falso. Después, recién me senté a escribir y eso me llevó dos o tres días nada más”. 

 En general, admite no ser ordenado, pero “si tengo que hacerlo me ordeno, acá no pretendíamos ganar plata; para Marcelo el fin era tener el libro y para mí terminar con el compromiso en el que me había involucrado.  El resultado es algo minimalista donde la primacía la tiene el dibujo y algún jueguito”. Y el dueño de los dibujos, Marcelo, está muy contento con el resultado, tanto que no descarta una segunda edición.                  

Por ahora- y hasta que se defina si habrá más “Somnolencia”- Marcelo está trabajando en un libro junto a otros artistas latinoamericanos. ” Va a ser una edición muy cuidada”, dice con su voz tranquila y pausada.

 Por su parte, Emiliano está planificando su propio libro, un anecdotario de vivencias suyas, más o menos ficcionadas, y con ilustraciones de Clemente Busu Montag, Marcelo Mosqueira, Pipi Spósito, Pito Campos, Horacio Petre, y otros. “Lo hago por puro ego – confiesa con el desparpajo que le dan sus 26 años - no me preocupa cómo quede ni quién lo lea.  A mí me gusta hacer, no pienso en el destinatario”.  Por ahora se divierte experimentando con sus seguidores de Facebook, subiendo posteos, cuando está aburrido en su trabajo, que hablan de su familia y que conmueven y hacen que la gente le responda y le de consejos. Él se ríe y da por sentado que todo no es más que  un gran entretenimiento: dejar en ridículo al otro. “Soy medio pedante en ese sentido”, reconoce.

Sin embargo, a la hora de ponerse serio - sin perder ese aire burlón que lo caracteriza - dirá que lo que realmente le preocupa es el futuro,y agregará algunas frases que lo definen como: “No me relajo casi nunca" "No soy antisocial, el mundo es anti yo”. 

Y mientras cae la nochecita en el centro porteño, vamos dando por terminada una entrevista, donde seguramente lo más jugoso (como siempre) va a quedar entre Emiliano y esta periodista. 

Tanto que al apagar el grabador él  se sorprenderá : “¿Tanto hablé? … Ah, mirá…”

En síntesis, Raspante y Mosqueira son como el yin y el yang: dos energías opuestas que se complementan en armonía; y su libro “Somnolencia” es el producto del equilibrio entre esas fuerzas.  Un libro para disfrutar de los dibujos del genial Marcelo Mosqueira, con un lápiz más afilado que nunca rozando un sinfin de emociones; y un texto escurridizo, divagante y jocoso de Raspante, que no se reprime, que jugaExactamnete como sucede entre el sueño y la vigilia; en este estado donde aún  - como nos advierten desde la tapa - no se ha perdido la conciencia.   






                                                                                                             Betina Pascar
    (Nota publicada en la revista digital  ABC Cultural, que ya no está on line, en Octubre de 2017)


Cabe destacar que, en Noviembre de 2018, se presentó en Chivilcoy la 2da Edición de "Sonmnoliencia" con la participación de los autores y moderando la charla Diego Arandojo, creador de la editorial  Lafarium





 


“El Pozo”, de Lauri Fernández: un libro y una autora que sorprenden



 Lauri Fernández es de esas personas que sorprende. A simple vista parece frágil, callada, de bajo perfil pero cuando empieza a hablar arremete con todo, se muestra segura, y con ideas muy claras y profundas. Y  así es su primer libro como autora integral, “El Pozo”,  que se presentó este jueves 11 en un encuentro que contó, además, con la presencia del escritor Leonardo Oyola y el Dr. en Letras, Hernán Martignone, quienes hicieron los prólogos del mismo, y de Santiago Khan, responsable del sello Maten al Mensajero, un editor imparable que pasaba de acomodar a los invitados, a sacar fotos, servir vino, hasta hablar con los periodistas.

En un clima relajado, Oyola resaltó la sensibilidad de Lauri y de su arte, y leyó un texto dedicado a ella que finalizaba con “es una grosa”, tan sentido,  que nos hizo lagrimear a todos.
Por su parte, Martignone realizó un completísimo análisis de “El Pozo”. Lo comparó con la tragedia griega e hizo énfasis en los personajes, en las decisiones que tomaban y en cómo se debían “hacer cargo” de ellas.

A su turno, Lauri fue contundente al asegurar que al libro “lo hace el lector con sus propias interpretaciones”. Relató que lo que empezó con un proyecto que se llamó “Vacación comic”, que hizo a fines de 2013 con un grupo de amigas,  le dio forma y un cierre en el Taller de Escritura de Oyola.

ABC Cutural tuvo oportunidad de charlar con Lauri para conocer más sobre su “baby”, como ella misma lo definió en las redes.

“El Pozo”, editado por Maten al Mensajero

 ¿Qué es lo particular de este libro?
Yo quería contar la  historia de pre adolescentes, la etapa en que te formás como persona, pero saliendo del prejuicio de que el adolescente es inocente. Además, como me gusta  mucho Stephen King, hay cierta influencia, me interesaba trabajar este género; y por último como crecí en un pueblo (San Rafael, Mendoza)  quise recuperar algunas características de esa realidad que había vivido en los 90’.

¿Cómo surgió la idea de incluir en el libro, además de la historieta, el relato? ¿Fue algo que charlaste con editor?
Sí y dudamos mucho en hacerlo. Tenía el temor de que fuera mal visto por  los historietistas, que pudiera suscitar cierto enojo, o que dijeran: “estás queriendo decir algo que no pudiste con la historieta” .No sé, algo conflictivo relacionado con cierto sentimiento de inferioridad histórico que existe y que no es tal en relación al lenguaje de la literatura y de la historieta.  Yo tenía claro qué quería contar  y usar los dos lenguajes – el que te da la historieta y el que te da la literatura tradicional –  me permitió los matices necesarios para  hacerlo.

La autora en plena presentación literaria

En este sentido, y sumado a la charla,  Santiago Kahn  aseguró: “No conocemos antecedentes de transposición de los dos lenguajes  en el mismo libro y por la misma autora. A un mes de la aparición del libro las críticas son muy buenas ya que habilita  más  de una lectura y más de un debate, cosa que otros libros de narrativa o historietas no tienen”.
La complicidad entre la autora y el editor se nota en el cruce de sus miradas.
“Pensé que este libro no lo iba a querer editar nadie – ríe Lauri – porque la historia  es fuerte, con mucho tratamiento del color, pero con mucha oscuridad del lado del conflicto  adolescente.  Sin embargo, a Santiago que lo venía leyendo le gustó, se entusiasmó y acá estamos, contentos con el resultado”.
Cabe destacar que  “El Pozo” sorprende y atrapa. Sin golpes bajos – pero manteniendo cierta tensión – hace atravesar al lector por distintos sentimientos y emociones hasta el final. Con un lenguaje fresco pero directo lanzado como una flecha al blanco, Lauri no será complaciente con nosotros. O tal vez sólo trate de advertirnos que lo esencial es lo único que prevalecerá cuando el tiempo haya pasado y ya no quede nada de aquello que, alguna vez, fuimos.
Entonces, al final de la presentación, del vino, de la entrevista y de las firmas, quedan flotando las preguntas sin respuestas: ¿Se viene una Lauri Fernández escritora? ¿Se puede hacer la película de “El Pozo”?
Lauri  sonríe pícara y sus ojos enormes y azules iluminan su cara.
Pareciera que  no hay límite para este “Pozo” y  para que podamos conocer hasta dónde nos quiere (y puede) hacer llegar su autora.


Betina Pascar
(Nota publicada en la revista digital  ABC Cultural, que ya no está on line, en 2017)



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