sábado, 2 de febrero de 2019

Medicina y cómics: un buen remedio

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Los cómics, además de entretener, pueden servir para una multiplicidad de fines. En este sentido, la Medicina Gráfica es un recurso que posibilita - a través de viñetas - visualizar la parte invisible de la enfermedad y generar empatía.
Concersamos con Mónica Lalanda, médica de urgencias, autora de cómics y coordinadora del Movimiento Medicina Gráfica en España, quien nos contó cómo se pueden utilizar las historietas como una activa herramienta de comunicación sanitaria.

Betina Pascar : ¿Cuál es el aporte del cómic, las novelas gráficas y las ilustraciones al mundo de la Medicina?

MÓNICA LALANDA: Suponen una novedosa y necesaria herramienta para la comunicación dentro del mundo sanitario a varios niveles. No olvidemos que gran parte de lo que hacemos los profesionales sanitarios es comunicarnos, tanto con nuestros pacientes como entre colegas. A día de hoy hay muchísimas novelas gráficas cuyos autores cuentan sus historias personales de enfermedad y en ellas nos aportan una visión íntimista de su experiencia. Los sanitarios podemos leer sobre esa vivencia y entender mucho mejor el sufrimiento, aumentando nuestro entendimiento de su día a día y empatizando con su situación. Si un libro de texto te enseña sobre la enfermedad, una novela gráfica te enseña sobre el enfermo. Los estudiosos dicen que la novela gráfica visualiza la parte invisible de la enfermedad. Estos comics son lo que venimos a llamar "patografías gráficas". Algunos podríamos incluso recetarlos, pues serían una forma de acompañamiento para los pacientes.

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ML: Por otro lado en estas historias a menudo aparecemos los médicos y enfermeras reflejados y desafortunadamente con frecuencia aparecemos como malos comunicadores, no miramos a los ojos, no escuchamos... etc. Vernos reflejados así es una bofetada que debe despertarnos de nuestra complacencia e intentar mejorar nuestra actitud. Necesitamos mayor compasión.

Las infografías son magníficas para simplificar información. En un mundo donde vivimos "infoxicados", el organizar información importante de manera visual, la hace más atractiva. Nuestro cerebro está cableado para que nos guste la imagen.

BP: Esta comunicación sanitaria, ¿a quién va dirigida?

ML: Una de las grandes ventajas de las novelas gráficas que encuadramos como medicina gráfica es precisamente que no están pensadas ni creadas para los profesionales sanitarios. Cuentan con absoluta naturalidad y total frescura su experiencia. No buscan criticarnos por ser malos comunicadores, no buscan demostrarnos cómo se vive con la enfermedad, no están dirigidas a nosotros. La espontaneidad de la historia es lo que aleja este material de los libros de texto y nos abre una ventana a la vida real, al día a día.

ML: La medicina gráfica creada con el objetivo de transmitir información (infografías) puede tener como público tanto la sociedad sana como los pacientes, y sin duda estudiantes de ciencias de la salud y profesionales.

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Por ejemplo, a día de hoy hay una cantidad ingente de guías clínicas magníficas, basadas en la evidencia clínica. Pero la falta de tiempo y la presión asistencial, hacen que un formato que se lea y digiera rápidamente sea siempre bienvenido. La opción de hacer una lectura pausada de la guía completa más tarde es siempre una opción.

BP: ¿Quiénes son los responsables del material que se publica?

ML: La medicina gráfica es una manera de definir la herramienta y tal herramienta está abierta a cualquiera. A día de hoy ya hay muchas publicaciones médicas del mundo anglosajón que con cada guía y con cada artículo sacan un "visual abstract", muchos profesionales sanitarios que crean infografías para pacientes y colegas y muchos pacientes que ya eran ilustradores o escritores y al enfermar simplemente cuentan la experiencia como mejor saben, escribiendo y dibujando. Para algunos pacientes esto es terapéutico pero la mayoría dicen que su manera de normalizar la enfermedad es seguir haciendo lo que hacen normalmente... ¡contar historias!

BP : ¿Cómo trabajan los miembros del Movimiento Medicina Gráfica para cada publicación?

ML: En nuestro equipo somos nueve profesionales sanitarios. Lo que hacemos es estar en permanente búsqueda de material. Novelas gráficas sobre enfermedad hay muchas pero no todas son medicina gráfica, no todas tiene algo que nos pueda ser útil.

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ML: Estamos leyendo todos los cómics que nos parecen que pueden ser de utilidad y los vamos reseñando y colgando semanalmente en nuestra página web. Contamos un poco la trama (¡sin hacer spoilers!), comentamos la estética, el formato... etc desde el punto de vista de un lector interesado en cómic y después explicamos de qué manera puede ser útil, por qué es medicina gráfica. Hay muchas cosas que tenemos en cuenta, sin contienen información útil para pacientes, sin sirven para la reflexión del profesional, si nos aportan una visión profunda, si nuestra actitud puede mejorar... etc. Creamos también fichas para facilitar a los profesionales su lectura según su propia especialidad y la aéreas específicas que tocan.

BP: Existen ya diez congresos dedicados a la Patografía Gráfica, ¿cómo fue la evolución de esta herramienta desde su comienzo hasta la actualidad?

ML: Nuestra Medicina Gráfica es la hermana pequeña de la ya más longeva y angloparlante Graphic Medicine, un movimiento capitaneado por un médico de familia y autor de comic inglés, el Dr. Ian Williams. Para ellos, el interés principal radica en la interacción entre el cómic y la enfermedad. Llevan muchos años trabajando y desarrollando el tema y llevan diez congresos que alternan entre América y Europa.

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ML: El equipo hispano-hablante lo enfocamos de manera algo diferente. Queremos poner en valor la Medicina Gráfica como una herramienta activa de comunicación. Nosotros hemos realizado solo un congreso, en Zaragoza, el 30 de noviembre del 2018 y ese fue nuestro enfoque. Queremos demostrar que estamos necesitados de nuevas herramientas y luego tuvimos a varios ponentes, profesionales y pacientes-autores para crear este escaparate de sus posibilidades. Fue un éxito rotundo y ya estamos planeando el congreso de 2019.

BP: ¿En qué lugares del mundo tiene más impacto y cómo se recibe en España en particular?

ML: El mundo médico es en general conservador y tiene prejuicios ante un medio que a primera vista puedan parecer infantil, underground o poco serio. De ahí vino nuestro interés de realizar un congreso tradicional médico para hacer a la medicina gráfica una puesta de largo en el mundo académico. Los norteamericanos, de mente más liberal han adaptado más rápidamente el cómic y ya hay facultades de medicina con asignaturas en las que involucran la creación y lectura de este tipo de literatura. En la vieja Europa vamos más despacio, ¡pero sin duda vamos por el buen camino!

BP: ¿Se trabaja en red, por ejemplo con Argentina, compartiendo información?

ML: Todo nuestro trabajo es en red. De hecho para nosotros ha sido fantástico poder organizar el congreso pues nos permitió conocernos en persona y fue muy grato. El miembro del equipo más lejano vive en Chile. En este momento no conocemos mucho la publicación de este tipo en Argentina. Es muy probable que haya trabajos interesantes. Estaremos encantados de revisar material de vuestro bonito país. ¡¡Es una suerte compartir el idioma con tantísima gente!!

BP: ¿Aceptan colaboradores? ¿Qué requisitos deben cumplir?

ML: Llevamos poco tiempo "enredados" en este trabajo que además realizamos de forma altruista. De momento estamos aun afianzando nuestra labor e incluso intentado definir el concepto Medicina Gráfica. Aunque es posible que en el futuro aceptemos colaboraciones, de momento vamos dando pasitos pequeños. Lo que nos parece imprescindible es la mirada del profesional sanitario, lo que nos diferencia de otros movimientos, grupos de colaboradores o páginas web es que nosotros intentamos entresacar valores y utilidades mirados por el microscopio que nos da el contacto con pacientes.
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Medicina Gráfica lo forman Alejandro Martinez, Tolo Villalonga, Eugenia García Amor, Mónica Lopez, Danier Sender, Jose Luis De la Fuente, Rafa Marrón, Mónica Lalanda y  Juan Carlos Claro, (colaborador chileno y parte del equipazo que no está en esta foto)


BP: En lo personal, ¿los cómics te sirven para escapar de la realidad cotidiana de las enfermedades y los enfermos?

ML: Para mí los cómics han sido un descubrimiento increíble. Llegué al Graphic Medicine intentando encontrar material eficiente para enseñar ética médica durante el estudio de un Máster en Ética Médica. Encontré lo que hacen los colegas angloparlantes y a partir de ahí empecé a desarrollar el mundo de la Medicina Gráfica en español. En ese camino no sólo me he entusiasmado con el trabajo de otros, sino que he creado mi propio libro de cómics, destinado a profesionales de la salud: Con-Ciencia Médica que va ya por su tercera edición. Los cómics me sirven para mirar la enfermedad desde otra perspectiva, para hacer seminarios de comunicación y empatía, para reflexionar sobre temas sensibles como el final de la vida, para entretenerme, para hacer autocrítica, para disfrutar de ese maravilloso formato literario que es la viñeta. En fin, los cómics me tienen fascinada y creo que esta "enfermedad" es muy contagiosa.


Betina Pascar
Arte: Gustavo Schimpp

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