viernes, 25 de enero de 2019

"Soy bastante hipócrita, pero tampoco soy Roberto"


El 26 de enero, en plena temporada, Mar del Plata tendrá el honor de ser el lugar elegido por Marcelo Dupleich para hacer la presentación de su libro “Roberto, un tipo de mierda” y dar a conocer detalles de la segunda parte de esta obra que levantó mucha polvareda, tanto por su estética como por su contenido que - como ya nos advierte desde el título - nos enfrentará con lo más perverso, cruel y abyecto que puede existir en un ser.

En una charla distendida, con mucho humor e ironía - recursos que Marcelo domina a la perfección - nos contó cómo vive este momento. 


Una entrevista entre las olas y el viento... y ¡¡zucundum, zucumdum!!

Betina Pascar: En la contratapa de “Roberto, un tipo de mierda” nos confesas que la historia te provocó rechazo “concebirla, escribirla y dibujarla”, y ahora vas por la segunda parte y tal vez siga la saga, ¿sos masoquista o simplemente un provocador nato?

Marcelo Dupleich: Como dice la letra de “Seminare”: “soy un pobre pibe al que nunca comprenderán…"

(Nota de la revista: “Seminare” es una mítica canción de Seru Girán, de ésas que cantábamos los de nuestra generación, en los ’80, alrededor de un fogón en los campamentos, cuando alguien agarraba una guitarra. La cronista se da cuenta de que lo que vendrá no será tan fácil y que habrá que usar las mismas armas que el entrevistado.)

BP: ¿Qué tendríamos que comprender-te? ¿Vos te sentís, acaso, un artista incomprendido? ¿Una suerte de Marta Minujin? ¡Arte, arte, arte!

MD: Jajaajaj… no, para nada, es sólo parte de la letra de una canción que me gusta y la estuve escuchando hoy en la playa.

BP: ¿Y por qué pensás que tu obra no le interesa a nadie? No quiero arruinar tus vacaciones, pero, bueno, siempre hay algo de verdad en lo que uno dice. Mirá a Van Gogh, él era un incomprendido y fijate cómo terminó…

MD: Mmmm, ¿dónde dije eso?

BP: ¡En tu libro! Yo a las pruebas me remito.

MD: Es también a modo irónico. "La ironía es el último refugio de los románticos".

BP: Alguien te criticó hasta la dedicatoria que  pusiste en “Roberto…” que era: “A Julia y a todos los hijos de puta”, ¿cómo tomás las críticas? ¿Te importan o cero bola?

MD: Me cago de la risa con todas. Obviamente que, por una cuestión de ego, me cago más de risa de la malas que de las buenas. Igual me causó gracia que personitas que no hacen pie ni siquiera en la bañadera, me vengan a hablar de profundidad a mí, pero bué… Me parece que hay mucha agresión al pedo.

De todas formas, aprendo muchísimo de las críticas que me hacen sobre Anatomía, Composición, Diseño de portadas y sobre todo de colores. Algunos realmente la tienen muy clara con eso. Deberían poner una escuela, yo lo hice hace más de doce años y la verdad que me va muy bien.

BP: Adelantanos con qué nos vamos a encontrar en el segundo libro, “Mierda pura” ¿Se hará algo de justicia frente a la hijoputez de Roberto? ¿Vas a conservar la estética del primer libro?

MD: ¿Justicia?, eso no existe. Y menos tratándose de Roberto. Y no sólo conservo todo, sino que redoblo la apuesta, así que preparen el Nestum!

BP: ¿Qué significa que vas a redoblar la apuesta? ¿Habrá muuuuchos soretes apoya- libros?

MD: Quiero decir que el primer libro va a parecer un cuento para chicos al lado de éste. Y aunque los apoya libros con forma de sorete fueron muy gancho (me consta), no hay soretes apoya libros esta vez. Sólo MIERDAPURA.

BP: En una de las presentaciones, el año pasado, aseguraste que no te gustaba usar las redes para mostrar tu producción, ni hacer charlas o notas, sin embargo estuviste todo el 2018 haciéndolo y seguís incluso ahora, en plenas vacaciones, ¿le encontraste el gustito a ésto o lo seguís padeciendo? Por otro lado, decinos la verdad: frente a algunas preguntas que te hacemos, ¿no te sale un “Roberto” de adentro?

MD: Realmente no me acuerdo haber dicho eso, pero si lo dije, mentí. Como tantas otras mentiras que digo todo el tiempo. Y en cuanto a si me sale el Roberto de adentro… qué se yo, a lo mejor a veces sí… ¡¡Tendría que re leer lo que te estoy diciendo!! No, en serio, mi “Roberto” sólo sale al dibujarlo, nada más.

BP: ¿Cómo va a ser esta presentación en Mardel, ¿sos conciente de que lo metiste al santo de Quique Alcatena a moderar y podés hacerle perder definitivamente su áurea blanca?

MD: El áurea de Quique no puede hacérsela perder nada ni nadie. Ni siquiera si bailáramos desnudos arriba de un caño (cosa que no vamos a hacer, obviamente). Va a ser otra presentación más y él la va a moderar. Punto. Sólo que a lo mejor vamos a estar tostaditos. Estoy muy relajado en Mardel, éste es MI lugar en el mundo.

BP: ¿Te autocensuraste en algún momento cuando creabas este personaje? ¿Hubo algo que decidiste sacar porque sentiste que se te iba la mano?

MD: Censura jamás, pero sí sabía que me estaba metiendo en un kilombo. Y no al contrario, nunca saco, siempre voy por más, lo van a ver ahora en la segunda parte, que estará para Abril, espero. No tengo fecha exacta.

BP: Casi al final del primer libro, como queriendo empatizar con el lector (?) mandás una estrofa de una vidala catamarqueña que habla sobre las penas y detrás viene tu biografía, escrita a la altura de un Roberto cualquiera: dice que sos lo suficientemente hipócrita como para parecer buen tipo, que tus obras no le interesan a nadie y que sos hijo de padres separados como si eso te hubiera marcado. Lo único que pareciera haberte salvado - según esa biografía - es La Ola, que decís es “bastante buena”. Decinos la verdad, Roberto y Marcelo Dupleich se parecen bastante, ¿o no?

MP: ¡Pará! A mí me salvaron muchas cosas, no sólo la Escuela. Me salvó mi obra, los afectos, mi hija, y cuando digo que La Ola es “bastante buena”, es sólo para ser irónico. Todos sabemos que La Ola es la mejor. Y sí, soy bastante hipócrita, pero tampoco soy Roberto.

BP: La última: ¿me mentiste mucho en las respuestas?

MD: No, posta que no. No mentí para nada: no soy Roberto y La Ola es la mejor escuela de todas!







Betina Pascar

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