La talentosa Muriel Bellini - en una nota a pura poesía y metáfora - revela cómo ve el panorama de la historieta latinoamericana y nos cuenta sobre su participación en "Puente - Historieta Experimental de Argentina y Brasil”, la muestra que se acaba de inaugurar en el Centro Cultural Recoleta.
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| Muriel Bellini, mucho talento |
Betina Pascar: ¿Cómo es, según tu criterio, el presente de la historieta latinoamericana?
Muriel Bellini: Creo que la historieta y el dibujo por fin se han resbalado del estante donde los pusieron y roto el cristal de segundos-en-todo manchando con fuerza la vidriera mentirosa de los museos, revistas, teóricos. Sin la historieta no hubiese existido el arte pop. Todos lo sabíamos: maestros, coleccionistas, periodistas… pero nadie decía nada. La tecnología ayudó a que se conocieran muchas cosas ocultas. Por ejemplo, cómo se robó a troche y moche a dibujantes del comic sin darles nunca cabida en las ganancias del arte.
A mí me gusta investigar sobre historieta y su historia es infinita, se va por todos lados y está llena de autores fabulosos. Y además, a mucha gente le gusta conocer y debatir sobre el dibujo en el mundo. El hombre siempre dibujó y ese es un oficio que nunca va a dejar de existir. Latinoamérica tiene los mejores dibujantes del mundo, de a poco las editoriales están girando la cabeza porque se dan cuenta que no hay con que darles. Rompen todo.
Por eso es importante el libro “Volcán”, y todo lo que acerque a los historietistas con el público en general. Brindo por eso.
"Latinoamérica tiene los mejores dibujantes del mundo. Rompen todo. Por eso es importante El Volcán.”[/caption]
BP: ¿ Y Cuál creés que es tu aporte en esta nueva etapa?
MB: Mi aporte es un pliegue dentro de todo esto. Me siento orgullosa de que me elijan editores tan importantes para mí.
BP :¿Cómo fuiste haciéndote tu lugar dentro de este universo?
MB: Tenía un residuo de la educación que tuve. Un pequeño residuo. Y la claridad de que para hacer lo que me gustaba debía trabajar en algo paralelo para que nadie dirija donde quiero ir. Algo como pensarlo separado. Y eso hice. De a poco coleccionistas quisieron mis cosas y cuando hice obra a pedido lo hice desde mi estilo.
También admito que tuve mucha paciencia. La paciencia es testigo del mérito, de la esencia del dibujo. Yo odio las peroratas, soy muy práctica. Creo en leer, en admirar, en decirle a la gente que me agrada su obra. Creo en decir lo que pienso, en trabajar duro por lo que me gusta. El romanticismo de la eternidad y de vivir como si tuviéramos mil vidas nunca fue lo mío. Culo en la silla y divertirse laburando; salir a caminar y volver a laburar, como cualquier persona con curiosidad. Llegar al estado de bienestar mental laburando en una idea.
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| Muestra en el Centro Cultural Recoleta |
BP: ¿Por qué elegiste trabajar especialmente en fanzines? ¿Es una decisión comercial o tiene que ver con cierto criterio estético?
MB : Porque la realidad no me es indiferente. No bajo de un crucero cada mañana, bronceada, quejandome con un mozo porque no tiene pimienta para mi ensalada. Esa gente no necesita contar historias, esta acá para matar. Yo cada cosa que veo que pasa y me llama, imagino como pasarla a otros para que eso se recuerde de algún modo. Es como tener seca la garganta, pero hay una ventana allí, una ventana mental. Por más café que tomes no se te va a ir el ardor nunca en la vida: ya sos así.
No se trata ni de algo comercial ni estético. Para mí los fanzines son respeto por la historia de la autoedición, admiración y continuación del oficio.
BP: Contanos de esta muestra que se inauguró en el Centro Cultural Recoleta, ¿qué trabajos tuyos vamos a ver en "Puente - Historieta Experimental de Argentina y Brasil”?
MB : En la expo Argentina-Brasil hay dos dibujos míos sobre los estados corporales de la PASION, así con mayúsculas . Esos estados sólo los conocen los que sienten pasión por cosas. Si no viviste una pasión intensamente te va a parecer insufrible; yo viví rodeada de tres hermanos varones y un papá futbolero. Así como otro se larga a llorar con un ballet, o con su cantante de cumbia favorito o con los Beatles tocando “Ob-La-Di”, yo, en cambio, vivo de forma pasional el futbol.
Cuando sos adulto te controlás. Pero la pasión aún está ahí. Y hay formas de calmarla. Eso dibujé.
BP: ¿Cómo hacés para combinar tus trabajos de docente y artista con el de librera?
MB: Me gusta estar ocupada, sólo es eso, y también poder comer y conocer diferentes cosas. Para mí hay algo de la contemplación del tiempo ocupado que me da placer. Estar ocupada me calma. El tiempo ocupado para mí es como un rayo de luz en un templo. Vos te movés porque la luz se mueve, el planeta gira no es tu culpa. Esa luz está para vos.
Todos fuimos elegidos por el cosmos. Ya ganamos todos. Ahora a hacer algo. ¡Vamos!
BP: Antes hablamos del presente de la historieta, ¿cómo ves el futuro, con la aparición de nuevos géneros y autores, así como los colectivos y festivales de autoras?
MB: Me gusta mucho la intensidad, la valentía y la conciencia de los festivales y autoras. Creo que esto sólo va a generar cosas increíbles y muy buenas. Me gusta ir y comprarles cosas, soy coleccionista.
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| "Me gusta mucho la intensidad, la valentía y la conciencia de los festivales y autoras", dice Muriel |
MB: Estoy armando unos fanzines infantiles, una saga de una araña bebé algo filosófica. También me invitaron a una expo en Nueva York, en abril, sobre hippismo donde voy a trabajar sobre el B.A.Rock de 1970.
Betina Pascar
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